miércoles, 29 de febrero de 2012

Vientos antiguos...


Hace tiempo que no sentía este olor... quizás se deba a esta temprana primavera, no lo sé. Acaso alguien puede saberlo? acaso científicos? neurotoxinas, hormonas con nombres impronunciables, agentes lumínicos externos (abducción extraterrestre? esa es otra historia que contaremos en otro momento... ;)).

Lo importante es que hace tiempo que no sentía este olor. Quizás ha sido una partícula de vida extraviada en el viento que casualmente llegó a mí mientras miraba lo hermoso y bello de un destello de luz. Quizás la unión de una palabra libre de la letra y encantada con su brevedad. Sea como fuera ese olor, ese perfume ya, me transporta.
... y el viaje empieza en las antiguas tierras de Arabia, recorre cada uno de sus jardines guardados con tanto tanto celo. Viaja sobre las aguas de la vida que dibujan caminos de flores en su desierto, ese cordón umbilical que une lo viejo con el mar.
Y sigue, hinchando las velas de mi pequeña embarcación, que cruje de una manera entrañable y tranquilizadora mientras se mece en la línea que separa el día de la profunda noche...
Y en tan grato arrullo me dejo llevar, por fin, de nuevo.

Qué gran paz! estirar los brazos, recostarse, cerrar los ojos y encontrar el sueño siguiendo los dibujos que el sol pinta en el interior de mis párpados. Pero este sol no quema la piel, sólo la acaricia, cálidamente, como un amante la tocaría.

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